miércoles, 22 de febrero de 2012

Surfin' Biarritz

2 de septiembre, 2011.


Viajamos hacia Biarritz ya que mi madre días después tendría que ir por trabajo a Andorra.


El viaje, la verdad, es que no me acuerdo mucho de como fue pero, de la llegada al hotel, oh sí, como para no acordarse.
Llegamos a la recepción con las maletas, y a la derecha de la sala había una puerta que daba a las escaleras de las habitaciones. Puse la correa a Cucky para que no se escapase por el hotel y empezamos a subir las escaleras. Al llegar al primer piso orinó, y menos mal que nadie lo vio, al instante, subimos corriendo a nuestra habitación (en el segundo piso) para coger unas toallitas y limpiarlo. Cuando volví para limpiarlo... Había pasado algo.
El suelo entero del hotel estaba cubierto por una moqueta verde.
Claro, la moqueta... Había absorbido el pis. En fin, ni siquiera supe encontrar la zona del crimen, había desaparecido por completo.


Obviamente, Cucky seguía teniendo menos de tres meses, así que yo prefería no arriesgar. Por lo cual, yo hice todas las excursiones, con mi perrito en brazos.


Esa noche, cenamos en el puerto, y él estuvo todo ese tiempo sobre mis piernas. No se movió ni un milímetro. Se portó estupendamente. No intento si quiera oler la comida.


Por la noche, tras un laaaargo paseo por las playas y calles de Biarritz, Cucky durmió a mi lado.




3 de septiembre, 2011.


Comimos, en un restaurante al que habíamos ido hace un par de años, pero estaba bastante distinto, no parecía tan "playero", lo que nos hizo dudar si nos dejarían con un perro.
Gran sorpresa fue, sin duda:

 -¿Podemos pasar... con el perro?
 -¡Por supuesto! ¿Qué pregunta es esa?



Bueno, pues éste fue el resultado:

Se quedó dormido en el asiento donde comíamos.

Cuando salimos del restaurante, se nos ocurrió una gran idea. Hacer un álbum de fotos con Cucky en todos los lugares en los que había estado. Surge así el estilo de fotografía "Cucky en..."

En cada entrada, de ahora en adelante (si es de algún viaje), pondré la foto del lugar que haya visitado Cucky.

Esa noche volvimos a cenar en el puerto. También se portó bien, pero un poco mas inquieto.



Al día siguiente, nos fuimos a Andorra.